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Introducción a la Kinesiología Aplicada
Las terapias manuales están adquiriendo cada día más protagonismo y aceptación entre los miembros de nuestra sociedad. Dentro de estas terapias está la Kinesiología Aplicada. No tan conocida como la osteopatía, la quiropraxia, el masaje o la reflexología, la Kinesiología especializada no es una terapia manual, aunque puede ser utilizada por terapeutas manuales.
La kinesiología es una herramienta de verificación que muestra si la persona está en disposición de poder adaptarse a diferentes circunstancias.
En 1964 el doctor en quiropraxia Gorge Goodheart (Detroit) empezó a crear los principios de la kinesiología. La definió como una interrelación de los procesos fisiológicos y anatómicos del cuerpo con el movimiento y trabajó en la adaptación de estos conocimientos en la utilización de un test manual de los músculos para diagnosticar y tratar problemas estructurales y fisiológicos. Creó la hipótesis de que los desequilibrios estructurales no eran siempre causados por espasmos musculares primarios sino por debilidades musculares.
La kinesiología utiliza el test de los músculos para verificar su funcionamiento. El uso del test muscular ha evolucionado mucho desde que comenzó a utilizarse como una moderna herramienta para el diagnóstico (1949) y para tratar las debilidades musculares relacionadas con dolor (1952) por Kendall y Kendall. En la actualidad se utiliza no solo para corregir desequilibrios musculares sino también para evaluar el estado funcional del sistema nervioso y los efectos que tiene la información sensorial en el estado de salud y el comportamiento.
Dado que el sistema nervioso y con sus reacciones a nuestro entorno (internas y externas) controla todas las funciones principales del cuerpo, es muy necesario que los profesionales médicos sean capaces de evaluar su función. La kinesiología es una herramienta funcional para este propósito.
La gran virtud del test muscular es que permite sentir directamente en el cuerpo cómo ciertos factores de estrés influyen en la persona. Se pueden detectar y corregir determinados componentes de un sistema desequilibrado y reinstaurar la armonía. Esto, con frecuencia, invierte el proceso de enfermedad.
La singularidad de la kinesiología proviene de su capacidad para permitirnos apreciar la maravillosa complejidad de nuestro cuerpo con gran exactitud. El sistema muscular permite mover nuestros cuerpos por el espacio, interrelacionarnos con nuestro entorno, ver, crear, escuchar, probar, percibir y sentir. Todas estas acciones son facilitadas de una u otra manera a través de él.
Los músculos constituyen el 75-80% de nuestro volumen corporal y se dividen en tres categorías. Los músculos lisos y el músculo cardiaco, que se contraen de forma involuntaria y están gobernados por el sistema nervioso autónomo, y los músculos esqueléticos que están gobernados (supuestamente de forma consciente) por el sistema nervioso central. Los músculos esqueléticos son muy complejos y extremadamente importantes para comprender hasta qué punto la interacción mente-cuerpo cambia y altera el cuerpo. Por ejemplo, si se está experimentando un suceso estresante algunos músculos se pueden tensar, e incluso pueden permanecer tensos aunque la situación estresante ya no se esté viviendo porque son capaces de mantener perfiles de memoria a través del sistema propioceptivo (sistema de comunicación con el sistema nervioso). Siendo los músculos esqueléticos los que están mayoritariamente bajo el control consciente, estos representan el mecanismo ideal para mostrar visualmente la relación mente-cuerpo.
Rafael Canales Cardo
Enfermero y Kinesiologo diplomado