PRESENTACIÓN
En este número, como en el anterior, se publican varios artículos sobre Tai-Chi. Esto nos ha hecho mirar atrás para recordar la semilla que, hace ya muchos años, plantara Ángel Fernández de Castro en Albacete. A partir de la asistencia a sus cursos, o de la lectura de sus numerosas publicaciones, se ha generado un gran interés por esta actividad en nuestra ciudad. Sirvan estas líneas para agradecerle sincera y profundamente sus enseñanzas.
Finalmente nos gustaría señalar que el hecho de recopilar, ordenar y publicar todo este caudal de experiencias personales ha supuesto para nosotros no solo un agradable trabajo sino también, y principalmente, una maravillosa terapia.
Muchas gracias a todos.