TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD
EN LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA
Puede que la ansiedad sea la más común y universal
de las emociones. Se define como una sensación de tensión o miedo
ante un suceso real o imaginario que angustia de forma desproporcionada. En
general, quien la padece es consciente de lo irracional de su temor, pero es
incapaz de controlarlo. Podemos distinguir básicamente dos tipos: la
ansiedad aguda y la crónica.
La ansiedad de tipo agudo se manifiesta con pánico -miedo muy intenso-
repentino, a veces con dolor precordial que se irradia, y palpitaciones, taquicardia,
agitación, palidez, mareos… Puede durar de una a dos horas, después
los síntomas remiten, se vuelve al estado normal y no quedan secuelas.
Las pruebas de la función cardiaca, salvo la taquicardia, son normales.
La ansiedad de tipo crónico es un temor constante y difuso proyectado
al futuro. También suele incluir preocupación o culpabilidad por
errores o actuaciones cometidas. La persona insiste en “rumiar”
continuamente ideas negativas, no vive el presente, y sus pensamientos van del
pasado al futuro. Los síntomas físicos son muy variados e incluyen
trastornos gastrointestinales, aceleración de pulso y respiración,
orina frecuente, mareos, insomnio, tensión y contractura muscular, sudoración,
sensación de bloqueo en la garganta, y otros.
Ante estas situaciones generalmente se buscan tratamientos de urgencia convencionales,
a base de fármacos que son eficaces sobre todo en una crisis aguda pero
con efectos indeseables en tratamientos prolongados. Otra opción es la
psicoterapia, eficaz a más largo plazo.
Para la Medicina Tradicional China los trastornos psico-emocionales son manifestación
de un desajuste energético del organismo en su respuesta a factores como
el medio ambiente, la condición emocional o el modo de vida. El cuerpo,
la mente y el espíritu se consideran siempre como una unidad.
Explicado de forma básica y simple, se puede decir que la teoría
médica china reconoce una serie de órganos y unas sustancias fundamentales
que realizan las actividades corporales de almacenar, asimilar, distribuir,
transformar, preservar, ascender, activar, parar, etc. Cuando estas actividades
se manifiestan armoniosamente, se goza de buena salud. Las sustancias fundamentales
son: Qi, un fluido inmaterial de naturaleza más bien eléctrica,
que podría llamarse energía vital; Xue o sangre; y Shen, la sustancia
más sutil, que podría definirse como conciencia o espíritu.
Los órganos no se entienden sólo como estructuras anatómicas,
sino como esferas funcionales amplias y precisas. Los principales órganos
son: el hígado, el corazón, el bazo, el pulmón y el riñón.
Tanto los órganos y como las sustancias fundamentales obedecen las leyes
de Yin y Yang, y de los Cinco Elementos. De acuerdo con la primera, todo lo
existente tiene dos aspectos opuestos y complementarios que se alternan y cambian
en un proceso promovido por su propia polaridad. Todas las cosas o fenómenos
pertenecen a Yin o a Yang de manera temporal y relativa, por ejemplo, el día
(Yang) y la noche (Yin); la materia (Yin) y la energía (Yang)…
Según la Ley de los Cinco Elementos, hay cinco aspectos arquetípicos
de la energía, o cinco elementos a cuyas características pueden
asimilarse todos los fenómenos y materias. Cada órgano está
asociado a un elemento, a un punto cardinal, a una función, un color,
un sabor… y también a una emoción. Así el órgano
hígado se corresponde con la ira; el corazón se asocia con a alegría;
el bazo con la preocupación o reflexión; el pulmón con
la tristeza; y el riñón con el miedo. La emoción afecta
al órgano y el órgano puede a su vez afectar a la emoción.
El corazón, además, controla todas las actividades mentales, por
eso todo desajuste mental o emocional acaba por afectar al corazón.
Así pues, la ansiedad en MTC se aborda como un síntoma más
entre todas las demás manifestaciones somáticas. También
se tienen en cuenta los matices emocionales que acompañan a la ansiedad,
como obsesión, irritabilidad, agitación, etc., para ir definiendo
una pauta de desequilibrio única y personal para cada paciente concreto.
Esa pauta ya indica el órgano o los órganos implicados en la desarmonía,
que siempre será en última instancia un desequilibrio de Yin y
Yang, la polaridad en la que se fundamenta toda esta tradición médica.
Para ilustrar mis afirmaciones expongo muy resumidamente algunos casos de mi
práctica diaria como terapeuta, en los que el problema principal era
la ansiedad.
- Mujer de 48 años que se quejaba de palpitaciones, pulso muy rápido,
a veces de 100 a 120 pulsaciones, hiperactividad mental, sueños agitados,
sudor nocturno, fallos de memoria, tensión y contractura muscular en
cervicales y hombros. Este patrón corresponde a una insuficiencia en
el Yin del corazón.
- Mujer de 32 años que presentaba crisis de ansiedad y pánico,
con dolor en la zona precordial, náuseas, sudoración, sensación
frecuente de nudo en la garganta, carácter irritable, susceptible, a
veces dolor de cabeza en las sienes, suspiros frecuentes, y pulso tenso. Este
caso se asocia a una insuficiencia de Qi del corazón con bloqueo de Qi
del hígado.
- Mujer de 27 años cuya queja principal era una ligera hemorragia en
goteo postmenstrual de 15 días de evolución, con ocasional diarrea
matinal, palidez, manos y pies fríos, y pulso débil; manifestaba
mucha preocupación y nerviosismo por problemas en su trabajo. Estos síntomas
indican una insuficiencia de Qi y Yang del bazo.
El tratamiento en todos los casos debe basarse en el patrón completo
y en el principio de rearmonizar el desequilibrio, dispersar lo excesivo y tonificar
lo insuficiente, el principio de Yin y Yang en acción. En estos ejemplos
se aplicaron técnicas de Acupuntura, así desaparecieron en pocas
sesiones los síntomas físicos, y el estado emocional se apaciguó
en todos ellos, surgiendo una sensación clara de mayor serenidad y autocontrol.
Terminamos con una sentencia del texto clásico de Medicina Tradicional
China atribuido a Su Wen:
Cuando el Espíritu y el Psiquismo del hombre están en armonía, ninguna energía del exterior ni del interior es capaz de atacarle.
Más información:
- T. J. Kaptchuck, Medicina China, una trama sin tejedor, Los libros de la liebre
de marzo.
- J.L. Padilla Corral, Medicina Tradicional China, Miraguano Ediciones.
Mª Ángeles Trenchs Asunción.
Enfermera y acupuntora